¿QUÉ TAN MALO ES SENTIR MIEDO?

Una mirada diferente para poder afrontarlo y seguir adelante con tus sueños...

Cuando hablamos de las emociones básicas, generalmente mencionamos la alegría, la tristeza, el enojo, el desagrado y el miedo y pareciera que la única emoción positiva fuera la alegría y las otras 4 no quisiéramos experimentarlas. Sin embargo, la realidad es que todas las emociones son importantes, tienen su momento y su razón de ser. Lo importante es lo que hacemos con cada una de ellas.

El miedo, por ejemplo, es un mecanismo adaptativo por excelencia, es el que le ha permitido a muchas especies reaccionar en momentos de peligro y sobrevivir. Así las cosas, el miedo es fundamental para nuestra existencia, es el que nos permite evitar los riesgos, escapar de una situación de peligro inminente, prevenir fatalidades; así que te invito a que dejemos de tenerle miedo al miedo.

Hay momentos en la vida en los que tenemos algo pendiente por concretar, un proyecto, un viaje, una decisión, una oportunidad laboral, un cambio de trabajo, un emprendimiento... y sentimos que todo está listo, si no fuera por ese miedo que nos paraliza. Hay otras ocasiones en las que preferimos dar la espalda y no enfrentar ciertas situaciones, nuevamente, a causa del miedo que sentimos. Esas son las dos reacciones más frecuentes frente al miedo: la huida y la inacción.

Pues bien, quienes me han escuchado hablar sobre este tema, sabrán que una frase que utilizo con frecuencia es: “invita al miedo a caminar contigo”. Sí, aunque parezca una locura, permitir que el miedo camine a tu lado es: reconocer su presencia, agradecer que esté ahí y darle la cara. Pregúntale a ese miedo: "¿De qué me estás protegiendo?" y escucha lo que tiene para decirte; y principalmente, no huyas ni te quedes paralizado.

Hazle frente a esa emoción y ponte de acuerdo con él sobre cómo van a caminar juntos; cuéntale lo que vas a hacer tú, cuando él aparezca; dile que ya no vas a permitir que te bloquee; confírmale que estás decidido a actuar aún en su compañía; reconoce lo que necesitas para recorrer el camino a su lado y hazlo.

¿Te animas a invitar al miedo a caminar contigo y de una vez por todas, hacer realidad tus sueños?