EL MÁGICO MUNDO DEL FUTURO

Existe un universo de futuros posibles, y en ese universo, todo puede suceder. Es posible que la NASA decida sortear un viaje espacial y decida elegir justo a alguien de tu país y de tu ciudad y que cumpla con tus características demográficas. En teoría, eso es posible. Sin embargo, además de los futuros posibles, existe un espacio más reducido y es el de los futuros probables, y allí, cabe preguntar: ¿qué tan probable es, que el lugar donde vives esté en el radar de la NASA, como el lugar elegido para sortear ese viaje? El mundo de las probabilidades es más reducido que el mundo de las posibilidades.

Sin embargo, si solamente contemplamos estos dos mundos, nuestro futuro sigue estando a la deriva de lo que nos suceda, como si nosotros fuéramos solamente espectadores de nuestra propia vida, y estuviéramos esperando sentados lo que el destino nos tiene deparado. Ahora bien, dentro del mundo de los futuros probables, existe un mundo más reducido que podemos llamar los futuros deseables, son aquellos que tu desearías que sucedieran y es justamente sobre estos futuros sobre los cuales tú tienes influencia.

Cuando visualizas tu futuro deseable y logras experimentar, cómo te sentirías al estar allí, y para qué es importante para ti que ese futuro suceda, estás abriendo un camino desde un lugar diferente. Estás haciéndote cargo de que ese futuro deseable se convierta en “tu” futuro, estás comprendiendo la capacidad de elección que tienes para tomar las decisiones que necesitas tomar y llevar a cabo las acciones que requieres realizar para que ello en verdad suceda.

Te invito a dejar de ver la película de tu vida como un simple espectador. Toma el ejemplo de otras personas que ya lo han logrado, apóyate en sus experiencias y convéncete de que es posible llegar a ese lugar al que quieres llegar. No te voy a engañar diciendo que es un camino mágico y sencillo, no puedes esperar que lo que visualizas te ocurra por arte de magia o por efecto del destino, claro que no. Requiere de tu compromiso, disciplina y determinación permanente hacer que las cosas pasen. Puedes escribir el guion de tu historia, decidiendo aquello que deseas que suceda y convertirte en protagonista actuando de manera coherente con tu decisión.

Y ahora, qué decides ¿espectador o protagonista de tu futuro?