¿CÓMO QUIERES QUE TUS HIJOS TE RECUERDEN?

No cabe duda que el mayor interés de quienes somos madres o padres de familia, es el bienestar de nuestros hijos. Pero, ¿es este es el mensaje que ellos reciben?

Yo fui una de esas personas que creció con la convicción de que cada error y cada travesura, merecía una corrección y a veces un castigo, y durante mis primeros años como mamá repetí de manera automática este modelo, aunque, en la mayoría de los casos, el resultado no era el que esperaba, porque, o bien obedecían por temor y no por aceptación, o bien, el resultado era inmediato pero no se sostenía en el tiempo. Y mientras, iba cultivando en mis hijos el recuerdo de una mamá enojosa e irritable.

Entonces, ¿qué hacer? Mi respuesta es: Coloca el foco en lo que verdaderamente importa. Te preguntarás: ¿Cómo es eso? Pues bien, te lo cuento con una anécdota. Yo fui buena estudiante y para uno de mis hijos, ésto no es una prioridad. Durante mucho tiempo caí en la trampa del regaño y la “cantaleta” para que estudiara más cuando se aproximaban las evaluaciones escolares, lo cual en ocasiones terminaba en una discusión. Un día, al escucharme insistiéndole una vez más para que lo hiciera, y ver su apatía y su desinterés, pensé si así era como quería que mis hijos me recordaran, como una mamá “regañona” y “cansona” y en ese instante me di cuenta que lo que me importaba realmente no era el resultado de la evaluación sino acompañar a mi hijo a terminar satisfactoriamente su etapa escolar, para que se pudiera dedicar a lo que más le gustaba y le interesaba. Los computadores.

Fue en ese momento cuando dejé de hablar y comencé a escuchar. Y al entender lo que era importante para él, comprendí que mi método jamás funcionaría, porque estaba centrada en mí, en mis intereses, en lo que yo consideraba que era importante y así se lo dije: “Yo quiero que tu recuerdes una mamá que siempre vio en ti lo brillante que eres y confió en lo que eres capaz de lograr; lo que me interesa no es que pases una evaluación, sino que encuentres el camino para tu felicidad. Dime cómo te puedo apoyar”

Esa es mi invitación, deja de ser la mamá que cuestiona, critica, reprende y anímate a ser la mamá que escucha, observa y comprende. Acompaña a tus hijos a que logren encontrar el camino hacia el lugar que ellos están eligiendo y que puede o no coincidir con el que tú quisieras que ellos recorrieran. El camino es de ellos, y más tarde o más temprano, ellos encontrarán la manera de recorrerlo con o sin tu permiso.

Y mientras tanto, ¿te vas a perder la oportunidad de disfrutarlos y alimentar en ellos recuerdos de maravillosos momentos compartidos contigo?